miércoles, 22 de febrero de 2012

La voluntad del molle[1]

Karina Pacheco
La voluntad del molle
Editorial San Marcos
Lima, 2006. 256 págs.

Si los lectores no van a la novela, la novela va a los lectores. Doy fe de ello. Pues esta frase, que nace juguetonamente de un refrán sobre Mahoma, explica la forma en que llegó a mis manos La voluntad del molle, de Karina Pacheco. Mauricio, primo hermano mío y cusqueño de nacimiento, apareció en una ocasión por mi casa, en Lima, con un libro bajo el brazo. Mauricio, ingeniero, y quizás por ello no muy apegado a las letras, me mostró el libro, luego de una conversación que circuló por temas de política, fútbol y mujeres. “Es de una pariente”, me dijo. “Lo dejé en las primeras páginas porque no me atrapó”. Lo recibí como un obsequio tácito y lo acomodé en mi biblioteca. Confieso que nunca rechazo un libro por muy malo que este sea, puesto que siempre puede ser vendido por unos cuantos soles en algún mercadillo de segundo uso. Y esto pretendí hacer pocos días después. Estaba en un bus rumbo a Amazonas, la feria de libro de viejo más grande de la capital. En mi mochila llevaba un puñado de novelas de autoayuda (que acostumbran regalarme pero nunca leo), un tomo sobre contabilidad (extraído de la estantería de mis papás), un par de ejemplares sobre doctrina jurídica (terminé derecho como cualquier mortal puede hacerlo) y la novela de Karina Pacheco.

El bus recorría lentamente la avenida Abancay y un joven subió para obsequiarnos con un espectáculo inquietante: se introdujo un alambre por una mejilla y lo sacó por la otra. De inmediato, alertó que realizaría lo mismo empleando el paladar y las vías nasales. En respuesta, saqué un libro de mi mochila y escondí los ojos en su lectura. Que no les quepa dudas: no hice esto por aversión a semejante trance anatómico (pues lo disfruto en el baile de las tijeras, por ejemplo) sino porque, de haberlo contemplado, habría tenido que recompensarlo con una propina. Y, como se imaginarán, el libro que empecé a leer era La voluntad del molle.    

Esta novela de Karina Pacheco es sobre todo un buen logro de análisis sociológico. Sigue la línea de novelistas cusqueños como Ángel Avendaño[2], autor de esa joya titulada Los cuervos de San Antonio[3], narración de prosa vibrante, que reflexiona y se burla sobre los encuentros y desencuentros de los dirigentes izquierdistas de fines del 60, de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco; o como Luis Nieto Degregori[4], que en Asesinato en la gran ciudad del Cusco[5] intenta explicar, entre otras cosas, el motivo por el cual el Poder Judicial del Ombligo del Mundo alberga casos sin resolver por décadas y décadas.

Wilfredo Ardito Vega[6], en su blog Reflexiones Peruanas[7], ha subrayado esta capacidad cuestionadora de la novela de Pacheco. “La Voluntad del Molle presenta al Cusco como una ciudad profundamente jerarquizada por motivos raciales”, señala Ardito, y más adelante añade: “En la antigua capital del imperio incaico, todos los personajes parecieran empeñados en ser menos indios”. A esta frase yo le cambiaría la palabra “personajes” por “personas”, y la aplicaría no solo a la novela, sino también a la realidad. Pues, a mi parecer, Cusco es cosmopolita para los ojo sin entrenamiento. Su epidermis da la sensación de un intercambio cultural intenso con ciudadanos del resto del mundo. Lo cierto es que esto acontece únicamente en las discotecas y en la compra y venta de bienes y servicios turísticos. Basta recordar un par de detalles para caer en la cuenta de que estamos ante una sociedad tercermundista. En el pasado período de gobierno municipal (2007-2010) fueron tan graves los actos de corrupción que, durante esos cuatro años, hubo tres alcaldes. El 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que la violencia contra la mujer (violencia física o sexual) había sido experimentada, aproximadamente, por una de cada dos mujeres en Lima y por dos de cada tres en el Cusco[8], ganando así esta última ciudad el primer puesto, frente al resto del país, en la carrera por quién ejerce más una masculinidad barbárica.

Hay que decirlo, pues señalar los errores es un acto de amor antes que de odio. Cusco vive encerrado en sí mismo, no deja escapar las taras que arrastra desde la colonia y los sucios postulados del positivismo biológico de inicios del siglo XX. No es de extrañar, por esto, que la novela de Pacheco describa una sociedad en la que el único punto en común entre el ámbito privado y el público sea el racismo. Ardito lo describe así: “Mientras leía la novela, me ponía a pensar en cuántos peruanos hemos tenido tías o abuelos racistas, así como en cuántos casos nuestros papás quisieron protegernos del racismo o a veces ellos mismos sucumbían a éste, de manera inconsciente”.

Quizás por este afán crítico la novela de Pacheco tropieza por momentos. Tal como también lo señala Ardito, la narradora en algunas páginas detalla su visión de científica social, olvidando que en una novela es mejor exponer que sostener. Esto se debe recordar siempre: los mejores libros no son los que ofrecen respuestas, sino los que despiertan preguntas.

La truculencia de las acciones se explica por la misma opción política de la narradora. En este caso, sigue el axioma pacifista que dictamina que la violencia genera más violencia. Por esto, en La voluntad del molle, todos los personajes que sufren un acto agresivo no tienen otra opción más que responderlo del mismo modo, generándose así una ficción que linda con lo inverosímil. Quizás hubiera sido mejor que al lado de estos personajes se colocara otros que atravesaran por situaciones semejantes, y que, pese a ello, no optaran por patear el tablero, sino por la construcción del diálogo.

Las virtudes de La voluntad del molle son varias. Su lenguaje es transparente, relajado y, en los momentos justos, tiene destellos de un lirismo luminoso. El humor que emplean las hermanas protagonistas en sus conversaciones ayuda a percibirlas como humanas y no como estereotipos que cumplen una función específica dentro de una narración realista. Por otro lado, la forma en que La voluntad del molle genera tensión en el lector es un verdadero logro técnico. La novela se hace extrañar mientras es leída, genera una adicción hacia sus palabras. Esto se debe a que las mencionadas hermanas actúan como una suerte de detectives. Pues La voluntad del molle es una novela que podría calificarse de “policial-sentimental”. Las hermanas no solo quieren hallar la verdad sobre la muerte de su padre y su hermano, sino además (y sobre todo) saber cómo era su madre y, de este modo, conocerse a sí mismas. Y he aquí lo mejor de la novela: las protagonistas están tras la búsqueda de sí mismas. Y esta búsqueda procura, a la vez, una reconciliación, como la reconciliación que debería construir con mayor ahínco nuestro país luego de las dos décadas de conflicto interno.

Decía al principio que La voluntad del molle va tras sus lectores. Nada más cierto. Como lo he contado, yo leí de modo casual la novela; y se la alcancé a Wilfredo Ardito, quien se tardó en devolvérmela porque sus parientes la estaban leyendo. Cuando al fin regresó a mi poder, otro amigo la tomó de mi casa y este, luego de leerla, la pasó a una amiga suya. En la actualidad, no sé dónde está mi ejemplar. De lo que estoy seguro es que está siendo leído, pues al parecer La voluntad del molle es buscar lectores. Y, sin duda alguna, esto es una buena señal. 

[1] Este texto será publicado en el Boletín Cultural Pututu.
[2] Cusco, 1937.
[3] Lima: Antawara, 1989.
[4] Cusco, 1955.
[5] Lima: Norma, 2007.
[6] Doctor en Derecho por la PUCP. Activista reconocido por su lucha constante contra la discriminación.
[7] http://reflexionesperuanas.lamula.pe/author/reflexionesperuanas. El post en el que Ardito analiza la novela de Pacheco es el siguiente: http://reflexionesperuanas.lamula.pe/tag/cusco
[8] Organización Mundial de la Salud (OMS), World Report on Violence and Health, editado por Etienne G. Krug, Linda L. Dahlberg, James A. Mercy, Anthony B. Zwi y Rafael Lozano, Ginebra, 2002. La versión en castellano es Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, y puede hallarse en: http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/Contenido.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario